Lo prometido es deuda. Me voy a estrenar con un micro pequeñito que nos propuso Patricia y que a mí me encantó (ejem, me refiero a los resultados del ejercicio, no exactamente al mío, jeje).
Abrazos, Rocío.
Desilusión
No funcionó, me digo. Observo el suelo desde mi balcón y soplo un resto de plumón amarillo que vuela suavemente hasta el jardín. Pero si era nuevo…
Abajo, mi último patito permanece inmóvil y tendré que volver a limpiar.