Lo prometido es deuda. Me voy a estrenar con un micro pequeñito que nos propuso Patricia y que a mí me encantó (ejem, me refiero a los resultados del ejercicio, no exactamente al mío, jeje).
Abrazos, Rocío.
Desilusión
No funcionó, me digo. Observo el suelo desde mi balcón y soplo un resto de plumón amarillo que vuela suavemente hasta el jardín. Pero si era nuevo…
Abajo, mi último patito permanece inmóvil y tendré que volver a limpiar.
Rocío este hiperbreve funciona, claro que funciona. Con esa mezcla de inocencia y crueldad marca de la casa.
ResponderEliminarUn abrazo
Rosana
¡Esperanza trágica!
ResponderEliminarNo todos los patitos tienen la suerte que tengo yo de vivir en La Luna.
Ese soplo de plumón amarillo, qué bonito te ha quedado. Me gusta cómo escribes, Rocío.
ResponderEliminarPar de besos.
Mil gracias chicos, si supiérais... los niños de mis micros son -por supuesto- inventados, pero en esta ocasión hay un componente biográfico.
ResponderEliminarCuando era pequeña mis primos vivían en un cuarto piso. Uno de ellos, con 6 o 7 años (imaginadlo con ricitos rubios y cara de ángel) probó una vez a tirar la jaula con los canarios dentro. Pensó que volarían en la jaula mientras caía. O eso dijo. Naturalmente "no funcionó".
Hola, Rocío, no recuerdo cómo llegué hasta aquí pero llegué. Enlazo tu blog desde el mío (donde reúno una lista de blogs especializados en microliteratura) para poder llegar sin tanto recoveco.
ResponderEliminarUn cordial saludo,
PABLO GONZ
El contraste entre lo inerte del "era nuevo" y lo vivo -antes vivo- del "plumón amarillo". Sólo con eso ya basta para un micro.
ResponderEliminarFelicidades.
Gabriel
Hola Ro!
ResponderEliminarTu micro me encanta y transmite con toda fidelidad la curiosidad infantil y el "sentido práctico" de cualquier niñ@ cuando algo sale mal!
Quizá deberíamos no renunciar a la infancia de vez en cuando, aunque en este caso... je,je.
Mil besos, Rocío; como siempre, tus textos me encantan.
Un abrazo enorme:
Carmen.
Uy, si me había perdido los últimos comentarios... pensé que los recibiría por e-mail, no sé ni por donde me da el aire.
ResponderEliminarGracias a todos. Por cierto Pablo, este es un blog conjunto, no es sólo mío. Somos un grupo de compañeros de un taller de microrrelato on-line, que además de seguir escribiendo (con más o menos regularidad) seguimos en contacto. El problema es que al ser un blog conjunto ninguno nos atrevemos a monopolizarlo demasiado, y se queda paradito durante largas temporadas. De todos modos muchísimas gracias por pasarte, seguramente llegaste desde el blog de nuestra Rosana.
Besos
Rocío
El soplo de pulmón amarillo es genial, como un "echar el corazón por la boca" de manera literal.
ResponderEliminarInocencia no tan inocente, me gusta la ironía encubierta que pretende solucionarse con un ups...
ResponderEliminarUn abrazo
Lástima que la inocencia infantil se lleve estas víctimas ¿necesarias?. Me gustó cómo lo contaste.
ResponderEliminarSaludos