No hay más remedio
Lo mantengo en la estantería más alta; la que no alcanzo ni poniéndome de puntillas y estirando los brazos; sólo ahí puedo resistirme al terrible deseo de sujetarlo entre mis manos y llevármelo -a escondidas de mí misma- en el bolsillo de la blusa.
"A escondidas de mí misma..." Genial, Carmen, esa frase es clave en un micro demoledor.
ResponderEliminarBesos, hermosa!!
Gracias, cariño!
ResponderEliminarBesos para tí también ;)
Lo que falta nos nombra, nos despierta a observar lo necesario, escribo en "Topología..." Quizá el sueño sea también reparador en estos casos, querida. Piénsalo.
ResponderEliminarMe quedo con que lo que me falta me despierta a observar lo necesario;me han tocado la razón y el alma con precisión de cirujano. Tus palabras han sido todo un bálsamo. Gracias por escribirlas; una vez más, lo que dices o escribes alcanza un eco supongo que imposible de imaginar. No dejes de hacerlo.
ResponderEliminarBesos, mil,
Carmen.
Inquietante, Carmen. Siento un cosquilleo profundo tratando de imaginar la identidad desconocida de aquél a quien se añora sujetar pero se lo prefiere aislar.
ResponderEliminarEse cosquilleo es sólo frío, mi querido Peter Pan...;)
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