Gracias, Torcuato.Muchas gracias por haberme leído y por el consejo. Sí, claro que voy aprendiendo; aunque duela, lo que nos "pincha" en el alma, al final, es lo que nos hace avanzar y evolucionar. No hay duda! Besos para tí también,
Ay, Carmen, yo siempre la última. Me ha parecido conmovedor. Y el título -que lo redondea todo- merece un comentario aparte. Gracias por despertar el blog, guapa. Muchos besos
Gracias Rocio!!Si has llegado tarde, es porque tenías las patitas enredadas en alguna tarea complicada;así que no te preocupes. Bienvenida de vuelta al jardín! Besos, mil
Ahora, supongo que habrás aprendido que no se debe renunciar nunca, ni por nadie, ni por nada, a la libertad.
ResponderEliminarMe gustó, carmen.
Besos.
Gracias, Torcuato.Muchas gracias por haberme leído y por el consejo. Sí, claro que voy aprendiendo; aunque duela, lo que nos "pincha" en el alma, al final, es lo que nos hace avanzar y evolucionar. No hay duda!
ResponderEliminarBesos para tí también,
Carmen
Muy bello, de verdad y muy preciso también. Lo justo para conmover y también hacer pensar...
ResponderEliminarUn abrazo Carmenciña
Rosana
Gracias Ro,me alegra mucho que te haya gustado. Todo un privilegio para mí, querida Reina!!
ResponderEliminarBesiños,
Carmen.
Por lo menos fueron vendidas y no regaladas...
ResponderEliminar¡Salud!
Je,je mi querido Peter Pan!!! pues sí... es que todo tiene un precio, incluso el amor!
ResponderEliminarBesos que crucen el charco y te alboroten el pelo!
Carmen
Ay, Carmen, yo siempre la última. Me ha parecido conmovedor. Y el título -que lo redondea todo- merece un comentario aparte.
ResponderEliminarGracias por despertar el blog, guapa. Muchos besos
Gracias Rocio!!Si has llegado tarde, es porque tenías las patitas enredadas en alguna tarea complicada;así que no te preocupes.
ResponderEliminarBienvenida de vuelta al jardín!
Besos, mil
Carmen.
Plas, plas, plas... y más plas.
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